jueves, 24 de abril de 2008

Gestión Escolar: "Su compresión y construcción desde los contextos escolares y desde la relación con el metacontexto"

En general, tanto en las investigaciones como en el debate sobre gestión escolar podemos ver perspectivas y enfoques que marcan y limitan de una u otra forma los niveles de análisis sobre el tema.
por:
Héctor Cárcamo Manríquez

Si entendemos las organizaciones escolares como sistemas abiertos y cuyos comportamientos se explican tanto desde las interacciones internas, como desde aquellas que nacen de la interacción con el macrosistema del que son parte, es necesario reflexionar si es sólo desde la lógica racional desde la que debemos entender la operacionalización de los procesos de gestión. En este sentido, pareciera que muchas veces existe un excesivo interés por el control, la estandarización y la uniformidad, buscándose con esto, producir normas y reglas generales que puedan desentenderse de variables muchas veces impredecibles o al menos, escasamente controlables.

Es por esta razón que los componentes vivos que son propios de la estructura de la organización escolar, los podemos comprender desde una doble dimensión, por un lado desde la tarea que le es propia y, por otra, desde su interacción con las demás, sin embargo, esta visión dicotómica es necesaria sólo como una forma de acercarnos a su comprensión inicial ya que los procesos de gestión debiéramos entenderlos siempre como un todo, caracterizado por un sistema organizacional que se retroalimenta continuamente y, cuya eficiencia, estará dada por la respuesta, la adaptación al cambio y por el grado en que este influye en el ambiente con el cual se objetiva.

El ingreso de "energía" desde metacontexto a la organización escolar, está dada por la entrada de conocimientos, información y recursos, los que son esenciales en el trabajo escolar, sin embargo, tan importante como el ingreso de estos, son los procesos de resignificación como respuesta al contexto educativo, para producir conocimientos que, desde esta realidad específica, retroalimenten el metacontexto, posibilitando, desde la interacción, procesos de cambio socioculturales tan necesarios en el mundo de hoy. Tan errado como no considerar las variables sociológicas y contextuales que son propias de las realidades escolares específicas, es no considerar los requerimientos del metacontexto con el que esta realidad educativa interacciona, lo que supone generar marcos de referencia generales desde los cuales es posible aportar con conocimientos en la tarea de mejoramiento educativo.

Pero ¿Cómo se presenta el metacontexto? ¿Cómo influye este en la resignificación de la organización escolar y en las acciones que en ella se desarrollan?, sin intentar profundizar o enumerar todo aquello que caracteriza la sociedad en la que vivimos y cómo esto debiera marcar la gestión escolar, sí es necesario explicar al menos uno de los cambios desde el cual se resitúa el trabajo de la escuela; siendo el conocimiento algo preciado en nuestra sociedad, es necesario, más allá del consumo de él, privilegiar su construcción, esto es esencial cuando se conceptualiza la gestión en la escuela de hoy; colocar el centro educativo en el "hacer" requiere de algunas habilidades y competencias específicas, que muchos autores han colocado en el centro de la discusión educativa, el saber comunicar y expresarse, resolver problemas cotidianos seleccionando y utilizando la información y el conocimiento disponible, la disposición y habilidad para el trabajo compartido, la capacidad para actuar críticamente frente a la información, entre otras, son algunos desafíos de gestión para nuestras escuelas.

Volviendo al planteamiento inicial, la construcción epistemológica, exige remirar los paradigmas con los que construimos conocimientos, sin lugar a dudas, esto supone considerar modos de diseño, implementación y evaluación de los procesos de gestión escolar que aporten en la construcción del conocimiento y con ello en el mejoramiento de la calidad educativa y en el desarrollo social.